jueves, 26 de diciembre de 2013

Somos muchos!!!

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Nueva forma de comunicarnos!


                                           Hola chofotes!!! me extrañaban????
                                          yo me llamo chofi y ustedes amigos pasan a ser mis chofotes!!!
                                          muahhhhh                                           
                                

                                                      

                                                           

Recordamos el día que fuimos con mis hermanos a una exposicion de perros!








domingo, 1 de diciembre de 2013

Ya creci!!


El Beagle es uno de los perros más conocidos del mundo. Su pequeña talla y su apariencia inocente lo hacen ser una de las mascotas más buscadas. Su increíble olfato es conocido por todos los amantes de los perros (de hecho, se considera que tiene el mejor olfato). Es por ello que, a parte de ser un perro recomendado para las familias, también lo es para los cazadores.


El origen del Beagle es realmente lejano. De hecho, puede considerarse que sus ancestros más lejanos se encuentran, al menos, en la Antigua Grecia. Ya Jenofonte (siglo V a.C) señala la existencia de un sabueso capaz rastrear liebres mediante el olfato y al que se seguía a pie. Por supuesto, este no sería el actual Beagle, pero sí podría ser perfectamente uno de sus ancestros más lejanos.


Siguiendo la evolución de estos ancestros lejanos del Beagle, podemos asumir que dieron como resultado numerosas razas aptas para la caza. Una de ellas fue el Perro de San Huberto, originario de bélgica. Éste, a su vez, dio origen a una raza llamada Talbot, actualmente extinta, y que sería el resultado de numerosas mezclas tratando de conseguir un perro adecuado para la caza, potenciando su olfato. Estos perros Talbot, fueron introducidos en Inglaterra en el siglo XI por Guillermo el Conquistador, donde se cruzaron con los galgos de la región para lograr mejorar su velocidad. De esta mezcla surgiría el Southern Hound, que se cree que es el antecesor directo del Beagle. Durante el medievo, a todos los sabuesos de tamaño pequeño se les llamaba Beagle, aunque estos perros poco tuviesen que ver, todavía, con el Beagle actual.


El desarrollo moderno del Beagle, se puede considerar que tuvo lugar a partir de 1830, cuando el reverendo Phillip Honeywood estableció un criadero de perros Beagle en Essex. En este criadero había tanto Southern Hound como Northern Hound. Se desarrollaron dos líneas principales, una de pelaje liso y otra de pelaje áspero. La segunda, extinta actualmente, probablemente fue absorbida por la primera, ya que ambos eran perfectamente aptos para la caza, pero los primeros, además, resultaban atractivos como animal de compañía.


Diez años después de que Phillip Honeywood abriera su criadero, la distinción entre Northern y Southern Hound ya no se aplicaba, y, en menos de 70 años, el número de criaderos dedicados a esta raza, pasó de 3 a 44. Durante finales del siglo XIX y principios del XX, asegurada ya la supervivencia de la raza, comenzaron a establecerse los primeros estándares para el Beagle, y en 1984 fue reconocido como raza por la American Kennel Club.


El aspecto del Beagle es similar al del Foxhound, pero más pequeño y con las patas más cortas en relación al cuerpo, así como con un hocico también más corto. Tienen una cabeza ancha para su tamaño, y un hocico acabado en ángulo recto con una trufa negra ancha y de amplios orificios. Los ojos, de color avellana, no están ni hundidos en las órbitas ni son saltones, y las orejas, amplias y largas, caen a los lados de las mejillas. Su cuello es amplio y largo, lo que le permite caminar con el hocico pegado al suelo sin problemas, y carece de papada.


El Beagle, pese a su tamaño pequeño, es fuerte y musculoso, con patas fuertes y resistentes para poder correr durante la caza. Su cuerpo es cuadrado y de cualquier color, aunque lo habitual es tricolor, siendo la base blanca y las manchas negras y marrones. Por supuesto, poseen un olfato inigualable. Tras varios estudios, se llegó a la conclusión de que el Beagle era el perro con mejor olfato de todas las razas registradas, seguidas de cerca por el Perro de San Huberto.


El Beagle es un perro apacible, alegre y sociable. Pese a esto, dado que son perros con poco miedo, muy dados al juego y a la sociabilidad, y que además se excitan con mucha facilidad, hay que vigilarlos cuando juegan con otros perros de carácter más dominante y serio, ya que pueden interpretar el comportamiento del Beagle como algo a controlar. Sin embargo, si el Beagle recibe una advertencia de otro perro, rara vez se iniciará una pelea, ya que no son perros dominantes por naturaleza, y mucho menos agresivos.


Son perros inteligentes, pero no recomendados para la obediencia o el trabajo en Agility. Son capaces de obedecer con facilidad si están atentos al dueño, pero su instinto de caza los hace resueltos y pueden tomar la opción de no hacer caso si algo les llama la atención. Además, al ser perros con un olfato tan espectacular, cualquier olor puede distraérles y será difícil que no sucumban a la tentación de seguir el rastro.


Al tratarse de un perro de jauría, el Beagle es un perro familiar, cuyo comportamiento tanto con adultos como con niños es dulce y cariñoso. Pese a esto, puede ser propenso a la ansiedad por separación, y es probable que ladre o aúlle al percibir un rastro, dada su herencia como perro de caza.